Para que los jóvenes cazadores se inicien en la caza
La Real Federación Española de Caza, en colaboración con diferentes estamentos afines, ha puesto en marcha en todo el territorio nacional el proyecto BECES (Becarios Cinegéticos Españoles) que surgió a raíz de una iniciativa que tuvo la Fundación Caza y Conservación, en Alcázar de San Juan, Ciudad Real, para promover el incremento de jóvenes cazadores en el coto del municipio.
Un jovencísimo aprendiz de cazador recibiendo de su padre y del maestro de tiro Florencio Crespo las primeras nociones de disparo.
14/12/2007. Tras el éxito de esta primera experiencia, que consistía en que la sociedad de cazadores cediera gratis un número determinado de tarjetas del coto a unos becarios de entre 14 y 22 años del municipio para que éstos correspondieran con trabajos de gestión y conservación dentro del mismo coto, se firmará un convenio entre cuatro fundaciones: la Fundación Caza y Conservación, la Fundación Natura Ricardo Medem, la Fundación Fedenca y FIDA.
Bajo este convenio, Fedenca (Fundación para el Estudio y Defensa de la Caza) contrata a un técnico que trabajará en su sede de Madrid desarrollando este proyecto a nivel nacional mediante el contacto con los diferentes presidentes de las federaciones territoriales de caza y con el presidente de la RFEC, presentando el proyecto directamente a las sociedades de cazadores.
La Federación de Caza de Castilla y León también está involucrada en este proyecto, por lo que los clubes regionales y alguna delegación especialmente interesada, como la de Ávila, ya han solicitado puntual información al respecto.
«Estas becas serán anuales y permitirán cazar al joven aficionado sin ningún coste económico, pues el becario, a cambio de este disfrute, dedicará un número equivalente de jornadas a la gestión y mejora del coto, siempre de la mano de experimentados cazadores de la sociedad. De esta manera se consigue que el joven aficionado aprecie el valor de las piezas abatidas y el coste de mantenimiento de un coto». señalan desde la RFEC.
Los becarios, al igual que en la realización de labores de mejora, a la hora de cazar irán acompañados de cazadores experimentados, siempre deberán ir bajo la custodia de una cuadrilla instructora de cazadores adultos y experimentados en el terreno, para mayor seguridad, y llevar un mejor seguimiento del avance de los becarios que no se conseguiría si éstos fueran solos. Además deberán ir cumpliendo un límite de capturas máximas por becario, establecido de antemano por la sociedad de cazadores.
«Con esta metodología se consigue formar al becario en la cultura de una caza conservacionista y sostenible como forma de gestión del medio. Para completar la formación de los jóvenes BECES —señalaron desde la RFEC— se les brindará la posibilidad de asistir a ferias, congresos y demás actividades en cuya organización estén implicadas las fundaciones que promueven el proyecto. También, se contempla la posibilidad de que determinados becarios, según sus circunstancias, puedan realizar sus jornadas de caza, así como las de mejora del medio, en el coto propiedad de la Real Federación Española de Caza, o en los de sus delegaciones. Por último y bajo un compromiso adquirido con el “Premio Venatorio a la Juventud, Ricardo Medem”, todos los becarios que deseen podrán aportar una Memoria, en la que recogerán su experiencia durante el año de duración de la beca y en la que añadirán sus aportaciones particulares al método. De esta forma las sociedades obtienen tres tipos de beneficios claramente destacables; la renovación con gente joven y formada que equilibrará la pirámide generacional en la sociedad, unos trabajos realizados, según las instrucciones de la propia sociedad, y el poder asistir a cursos de formación totalmente gratuitos».
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