lunes, 25 de junio de 2007

La temporada cinegética en este verano

Las primeras jornadas a los conejos en verano suelen servir para juntar de nuevo a la cuadrilla después de estos meses de “sequía cinegética”.

















De caza a los conejos en cuadrilla
Fotos: Eduardo Ruiz Baltanás y archivo
Las primeras jornadas a los conejos en verano suelen servir para juntar de nuevo a la cuadrilla después de estos meses de “sequía cinegética”. A punto de iniciar ya la temporada 2007-2008 con los primeros lances con los conejos, repasemos algunas recomendaciones de cara a cazar en cuadrilla, en mano, avanzando por los terrenos más querenciosos.

Recordemos que estaremos algo desentrenados, que las reacciones pueden ser lentas, y que sobre todo, lo primero es cazar con tranquilidad y seguridad. Ya volvemos a escuchar los disparos de los compañeros, la mano avanza, los lances se van sucediendo, vueltas al llano y a la cañada, faldeando las laderas del coto, es tiempo de caza en mano, y como protagonista, el rápido rabicorto.

Parece que el campo nos va a deparar otra buena temporada de conejos, al menos en una gran parte de nuestro país. La primavera ha cumplido de nuevo con su compromiso anual de llenar baldíos, labores y montes de conejos, y las enfermedades que los azotan de vez en cuando aún, parecen contenidas este año.

El conejo se está convirtiendo en pieza preferente para muchas cuadrillas de cazadores, que cada año contratan varias cacerías en acotados de renombre conejero, pues saben que en verano se logran las mejores perchas del año, a la par que en los cotos privados y deportivos, la necesidad de acotar los daños que los conejos producen en la agricultura, recomienda su caza al menos durante unas cuantas jornadas.

Y es fácil y complicado a la vez. Parece que como los conejos son nuevos en gran proporción, saldrán con facilidad y las grandes perchas están aseguradas, pero el conejo es animal acostumbrado a estar siempre vigilante por la cuenta que le tiene, y a veces una jornada que se presupone llena de lances, se ve menguada a un par de ocasiones, porque el zorro ha careado demasiado temprano en el cazadero, el viento recomienda la inmovilidad, o la luna no ha sido la adecuada. Quién sabe.

El tiro al conejillo que se arranca ahora por delante de la escopeta es blanco relativamente sencillo, va sin demasiadas prisas pues no lleva a los perros detrás, y porque en realidad el conejo tiende a huir a su ritmo, que no es tan fuerte como muchos piensan, y regatear en aquella mata, o darnos esquinazo en un bancal, por lo que en este sentido son de “ideas fijas”, algo que sabiéndolo, nos lleva a recordar lances de temporadas pasadas, y casi revivirlos ahora con lances casi idénticos.

Lo importante es tirar bien, y sobre todo con seguridad, pues en verano cazamos muy cerca, los primeros lances nos absorben la atención hacia la pieza, y podemos tener a algún compañero en las inmediaciones. Recordemos, un buen encare pues tendremos tiempo para hacerlo bien, seguimos al conejo por detrás, lo pasamos un poquito por encima sin detener la escopeta, y disparamos. ¡Ya tenemos el primero en la percha!
















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