jueves, 27 de septiembre de 2007

ARTICULO PARA LA REVISTA CAZA DEPORTIVA

Realizado por: José A Dávila Mateos

Presidente de la sociedad deportiva de cazadores el malvis

Benalup “Casas Viejas” (Cádiz).

Primero agradecer a todos los que han hecho posible hacerme disfrutar de esta experiencia inolvidable que a continuación relataré:

-D. Santiago Domeg dueño de la finca la fantasma por haber donado el venado.

-D. Alfonso Medina.

-Federación de caza

-D. Ismael guarda de la finca por el gran trato ofrecido.

-La sociedad de cazadores malvis por permitirme ser su presidente.

Espero no olvidarme de nadie.

RELATO DE UN FIN DE SEMANA INOLVIDABLE

MI PRIMER VENADO

El viernes 21 de septiembre de 07, quedamos con Ismael (guarda de la finca) a las 17:00 de la tarde, en el mesón la víbora próxima a la finca antes mencionada La Fantasma propiedad de D. Santiago Domeg, lugar del escenario de caza. Allí llegamos mi compañero de fatiga Manuel Fernández y yo, un poquito artos de curvas de la carretera del Picacho y en la puerta del mesón se encontraba Ismael esperando nuestra llegada de pie junto al la puerta, nos presentamos y entramos al mesón para tomar un café e ir planeando la tarde, estuvimos de tertulia y tomando una copa para rebajar los nervios durante un ratito, poco antes de las 18:00 nos dirigimos hacia la finca, llegamos al cortijo y comenzamos a recoger las cosas para dirigirnos en el coche del guarda hacia el cazadero. Durante el camino Ismael estuvo comentando que la berrea solía comenzar sobre las 19:00 de la tarde y así fue nada mas bajarnos del coche escuche por primera vez berrear a nuestro venado, nos encontrábamos en una cañada de la finca con un paisaje maravilloso y con ese maravilloso sonido de nuestro venado que resaltaba entre el silencio de la naturaleza, silenciosamente y bastante nervioso comenzamos a caminar durante unos 3 kilómetros para aproximarnos hacia ese maravilloso sonido de berrea, conforme me acercaba el pulso se me iba acelerando cada vez mas, cuando llegamos a unos 100 metros del comedero que Ismael tenia colocado para atraer a nuestro animal nos ocultamos junto a un lentisco y esperamos a ver si nuestro venado quería hacer acto de presencia, allí próximo a nosotros no paraba de berrear pero ocultado dentro de la foresta sin dar la cara, a eso de las 8:30 cambio el viento inesperadamente y una de las hembra que se encontraba en el comedero nos olió y pegó un ladrido que advirtió de nuestra presencia a nuestro gran macho, así que tuvimos que coger los bártulos y regresar hacia el vehículo. Nos dirigimos hacia el cortijo y estuvimos conversando un rato durante el camino sobre el suceso uno le echaba la culpa al viento, otros al la venada, etc.… Una vez en el cortijo a eso de las 9:30 nos citamos con Ismael para el día siguiente a las 7:00 y nos marchamos Manolo y yo para Ubrique a buscar habitación y cenar algo, estuvimos toda la noche sin poder dejar de hablar del tema e imaginado como podía ser de grande y apenas si conciliamos el sueño.

Al amanecer allí estábamos puntuales recogiendo los bártulos para volver a dirigirnos al cazadero con la esperanza de poder al menos verlo. Pero nada más llegar otra mala noticia el la reserva natural próxima a la finca se encontraban ya varias personas conversando en voz elevada, y eso hizo que nuestro venado se resintiera y apenas si escuchamos un leve berrido de el y a demás el viento tampoco ayudaba ya que estaba muy cambiante así que tuvimos que volvernos otra vez para el cortijo sin poder verle ni el color del pelo, no hacíamos nada mas que darle vueltas al asunto y cagarnos con perdón de la palabra en las personas que caminaban por la reserva buscando no se que. Ismael un poco mosqueado también nos comento si queríamos dar un paseo con el vehículo para conocer la finca y no lo dudamos y le dijimos que si. Estuvimos recorriendo esa preciosa fina durante unas horas y conversando sin parar sobre nuestro venado. A eso de las 11:00 llegamos al cortijo y nos volvimos a citar para las 16:00 de la tarde nuevamente esperando tener más suerte. Manolo y yo decidimos bajarnos para Benalup a ver nuestras mujeres comentando, que viendo lo astuto que era podría volver a darnos la noche. De camino estuvimos comentando que con los vientos cambiantes que había teníamos que pasar por alguna armería haber si podíamos encontrar algún liquido que rebajara nuestro tufo, pero no pudimos encontrarlo, las pocas horas de intervalo pasaron bastante rápidas y allí estábamos de nuevo en el mesón puntuales tomando café con Ismael, que comentó que nos íbamos a ir ligeros para ver si podíamos colocarnos junto al comedero antes de que comenzara la berrea, así que no perdimos tiempo y a las 17:00 ya estábamos colocado en el lugar apropiado comenzando la larga espera, pero volvieron a torcerse las cosas pasaron las horas y parecía que los venados de la zona se habían quedado mudos, no se escuchaba en toda la sierra ni un solo venado berreando, hasta que a eso de las 20:00 de la tarde volvimos a escuchar a nuestro venado aunque bastante lejos del lugar, una pequeña alegría comenzó a recorrerme por dentro y allí estábamos esperando que decidiera a acercarse, pero teníamos el tiempo en contra ya que se nos echaba la noche encima, y así fue, la noche nos cogió y nuestro venado no llegaba decidimos esperar a ver si al menos con la luna podía verlo pero nuestro venado inesperadamente se calló durante unos largísimo minutos, pero cuando menos esperábamos y desde la nada escuchamos de repente su graznido a unos 20 metros nuestro, el cuerpo se me hizo un flan y me temblaba hasta el último pelo, comencé con los prismáticos y aprovechando la luna que había a buscarlo para al menos poder verlo y ahí estaba el junto a dos hembras, esa hermosura de animal berreando una y otra vez y yo que no sabia ni donde meterme, jamás en mi vida había sentido una sensación igual en mi cuerpo, una vez pude reaccionar nos retiramos lentamente confiando en que a la mañana siguiente estuviera allí. Nos retiramos a dormir (bueno lo de dormir es un decir por que yo estaba que no cabía en mi) y quedamos paras las 5:30 del domingo 23 de septiembre, esperando que al fin fuera el gran día. Allí llegamos puntales y nos dirigimos al lugar sigilosamente pero como me temía el animal nos volvía a detectar y comenzó a dar vueltas alrededor nuestra pero dentro del monte sin dar la cara, pero por fin ocurrió lo deseado, de la nada apareció un pequeño macho y se dirigió hacia el comedero donde estaban las dos hembras, el guarda me miro y me susurró prepárate que no va ha tardar en llegar, eran mas o menos las 8:45 de la mañana y a mi me temblaba todo el cuerpo, no sabia ni si iba a poder acertar y desde los mas hondo del monte apareció nuestro venado con un gran brinco y directo hacia el pequeño intruso, al que golpeo fuertemente y se retuvo un instante, momento en el que la bala salió de mi rifle he impacto en el corazón del animal. Ismael me preguntaba impaciente si le había dado y manolo le contesto que si, yo me quede mudo y cuando pude reaccionar comencé a correr hacia el lugar y allí estaba MI PRIMER VENADO, una inmensa alegría corrió por todo mi cuerpo

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Está habrá sido una grata experiencia para tí, nunca la olvides como olvidaste otras... Saludos.

VICENTE PEÑA dijo...

enhorabuena,un saludo.